Entrenamiento y capacidades potenciales de entrenamiento.
Entrenamiento y capacidades potenciales de entrenamiento.
Definiciones.
La noción de entrenamiento en el
lenguaje corriente se emplea bajo los más diversos aspectos y generalmente
designa un proceso que, por medio del ejercicio físico, tiende a alcanzar un
nivel más o menos elevado según los objetivos propuestos. En este sentido, Martin
(1977) define el entrenamiento, de manera general, como un proceso que produce
una modificación de estado (físico, motor, cognitivo, afectivo).
La noción más precisa de
entrenamiento deportivo la da Matveiev (1972), quien entiende por este todo aquello
que comprende la preparación física, técnico táctica, intelectual y moral del
atleta con ayuda de ejercicios físicos. Aunque limitada, esta noción sobre
entiende, sin embargo, una posibilidad subsiguiente de desarrollo y de mejora
gradual. Así, el entrenamiento en el deporte escolar y el deporte para la salud
contemplan también una mejora sistemática y progresiva de la capacidad de
rendimiento, aun cuando no tengan los mismos objetivos a largo plazo que los
atletas de alto nivel.
Capacidad potencial de entrenamiento.
La capacidad potencial de
entrenamiento expresa la capacidad de un individuo para adaptarse a sucesivas
cargas de entrenamiento durante cierto número de años. Esta noción depende de
factores endógenos (morfología, edad, sexo, etc.) Y exógenos (nutrición,
medioambiente, etc.). En un mismo sujeto, puede ser diferente según el sistema
orgánico que se solicite.
Durante la infancia y la
adolescencia, las fases consideradas como sensibles Desempeñan un papel
importante en la capacidad potencial de entrenamiento. Se trata de periodos
particularmente favorables, durante el desarrollo del niño, para el
reforzamiento de factores determinantes del rendimiento deportivo, o sea cuando
la capacidad de entrenamiento es especialmente elevada.
El debate sobre el tema de la
sucesión temporal de estas fases todavía permanece abierto. Los datos actuales
proceden de diversas experiencias de la práctica deportiva y posiblemente
podrían ser diferentes si se modificasen ciertos factores extrínsecos (por ejemplo:
Entrenamiento más precoz teniendo en cuenta la capacidad y la habilidad motriz
de los individuos).
Ocurre lo mismo por lo que
concierne al desarrollo de las diferentes formas de solicitación motriz. A
pesar de todo estos datos constituyen una ayuda muy valiosa para la orientación
y la dosificación del proceso de entrenamiento a largo plazo, ya que permiten
en cierta medida precisar lo que hace falta hacer y cuando hay que hacerlo.
Dejar pasar estas fases sensibles
(o críticas), sin aprovecharlas puede conducir a un crecimiento más limitado de
ciertos factores del rendimiento que, posteriormente, solo podrían alcanzarse a
costa de un entrenamiento desproporcionado. Tal como dice el proverbio: lo que
no se aprende de niño, quizás nunca se aprenderá de joven.
Capacidad de rendimiento deportivo.
La capacidad de rendimiento
deportivo expresa el grado de mejora posible de un rendimiento de orden motriz,
en una actividad deportiva determinada. Las estructuras complejas que la
condicionan dependen de cierto número de factores específicos.
Factores de la capacidad de rendimiento deportivo.
Factores de condición física y
coordinaciones Neuromusculares (resistencia general, fuerza, velocidad,
movilidad, destreza).
* Capacidades y habilidades técnico
tácticas.
* Factores morfológicos y factores
de salud.
* Cualidades de personalidad
(aptitudes intelectuales, cualidades morales y psíquicas).
La capacidad de rendimiento
deportivo solo puede ser mejorada por medio de un entrenamiento complejo,
debido a los múltiples factores que la rigen. Solo un desarrollo armónico de
todos estos factores permite alcanzar un rendimiento individual máximo.
Desarrollo de la capacidad de rendimiento deportivo.
Es un proceso de entrenamiento a
largo plazo, la planificación sistemática y racional de los objetivos, los
contenidos, de los medios y de los métodos de entrenamiento permite una mejora
progresiva de la capacidad de rendimiento, Según los principios
establecidos por la didáctica deportiva (1).
Objetivos del entrenamiento.
Los objetivos de un proceso de
entrenamiento sistemático pueden ser capacidades, habilidades, cualidades,
actitudes mentales, etc. se distinguen:
Objetivos psicomotores.
Comprenden los diferentes
factores que condicionan el rendimiento, Tales como: la resistencia general, la
fuerza; la velocidad y sus subcategorías, así como las capacidades de
coordinaciones motrices (técnica) que constituyen el centro del proceso de
aprendizaje motor.
Objetivos cognitivos.
Comprenden en particular
conocimientos de orden técnico y táctico, así como conocimientos generales
básicos que puedan optimizar la eficacia del entrenamiento.
Objetivos psicológicos.
Son la fuerza de voluntad, la
victoria sobre sí mismo, El autodominio, etc. Están estrechamente ligados a los
factores físicos del rendimiento y pueden limitarlos.
Contenidos del entrenamiento.
Los contenidos del
entrenamiento (Sinónimo: los ejercicios de entrenamiento) representan la
estructuración completa del entrenamiento en función del objetivo a alcanzar.
Por ejemplo, si dicho objetivo es la mejora de la fuerza resistencia general de
los extensores de los brazos, para conseguirlo el objetivo del entrenamiento
será: flexiones extensiones de los brazos, con las manos apoyadas sobre el
suelo.
Al considerar que la práctica de
ejercicios es la forma principal del proceso de entrenamiento en el desarrollo
de la capacidad de rendimiento, las diferentes modalidades de ejercicios
constituyen, por lo tanto, la base de la estructuración del entrenamiento
deportivo. La cuidadosa elección de estos determinará el crecimiento del
rendimiento deportivo, así como en qué medida y con qué rapidez se alcanzará.
La selección de las diversas modalidades de ejercicios se realiza según
principios de finalidad, de economía y de eficacia (2).
Se distinguen: ejercicios de
desarrollo general; ejercicios especiales y ejercicios de competición.
Los ejercicios de desarrollo
general tienen la finalidad de crear una amplia base para la Especialización
progresiva que debe seguir. Sus objetivos son la mejora de los factores psico
físicos, de las capacidades y de las habilidades técnicas y tácticas.
Los ejercicios especiales,
construidos a partir de los ejercicios generales, tienen una forma más
específica y constituyen una parte importante en el desarrollo del rendimiento
deportivo.
Los ejercicios de competición
permiten una afinación de la totalidad del rendimiento deportivo. Se presentan
bajo formas complejas, en relación directa con la especialidad deportiva.
Medios de entrenamiento.
Los medios de entrenamiento
agrupan todo aquello que puede ser útil para el desarrollo del proceso de
entrenamiento: Organización (ejemplo: formación de trabajo), material (ejemplo:
pesas y halteras), información (ejemplos: verbal, describiendo el gesto;
visual, por una serie de imágenes; cinestésica, para ayudar a la percepción
exacta del gesto). Estos medios de entrenamiento se ajustan constantemente al
contenido de este y contribuyen a su realización.
Métodos de entrenamiento.
Los métodos de entrenamiento
suelen presentarse como procedimientos prácticos desarrollados metódicamente a
fin de satisfacer los objetivos propuestos. Por ejemplo, el objetivo mejora de
la resistencia general básica se alcanzará sobre todo con el método de carrera
de larga duración.
Para recapitular, un ejemplo
extraído de la práctica muestra cómo se puede responder a un objetivo preciso
en la elaboración de un entrenamiento:
Objetivo: mejora de la fuerza
máxima de los extensores de la rodilla.
Contenido: flexiones de la
rodilla.
Medio: barra con discos.
Método: por repeticiones.
La capacidad de rendimiento deportivo y los componentes de la carga de
entrenamiento.
La mejora de la capacidad de
rendimiento se obtiene por medio de la creación de estímulos apropiados de
entrenamiento. Éstos actúan por el siguiente orden:
Carga de entrenamiento.
Modificación de la homeostasis.
Adaptación del organismo.
Mejora de las capacidades
funcionales del organismo.
Sin embargo, para optimizar los
efectos de la carga de trabajo en cada unidad de entrenamiento o en su conjunto
es indispensable saber cuáles son los componentes individuales y el grado de
complejidad de sus interacciones, en el desarrollo de la capacidad de
rendimiento. Los componentes de la carga de entrenamiento, lo que Letzeler
denomina "Las normas de la carga de entrenamiento" (1978), pueden
tener un aspecto cuantitativo y cualitativo, y determinan la especificación del
entrenamiento considerado. Se distinguen entonces:
1 - La intensidad del estímulo
(grado de fuerza del estímulo).
2 - La densidad de los estímulos
(relación temporal entre las fases de trabajo y de recuperación).
3 - La duración del estímulo
(duración de la acción de un estímulo aislado o de una serie de estímulos).
4 - El volumen de los estímulos
(duración y número de estímulos por sesión de entrenamiento).
5 - La frecuencia de las sesiones
de entrenamiento (número de unidades de entrenamiento por día, por semana,
etc.).
Para que los efectos de un
estímulo de entrenamiento sean eficaces, no solamente hace falta considerar su
aspecto cuantitativo (duración y volumen del estímulo, frecuencia de los
entrenamientos), sino también su aspecto cualitativo (intensidad y densidad del
estímulo).
Tomemos como ejemplo el
entrenamiento de fuerza: un volumen total de 1000 kg levantados durante la
unidad de entrenamiento y repartidos en 8 X 125 kilos, contribuirá más al
desarrollo de la fuerza máxima, debido a la intensidad elevada de la carga de
trabajo, que un reparto de 20 × 50 kg, que estimulará más bien las cualidades
de resistencia general a la fuerza, a causa de la mayor duración del estímulo
de entrenamiento y de su débil intensidad.
Del mismo modo, la calidad y los
efectos de un entrenamiento de velocidad vendrán determinados por la
intensidad, la densidad, la duración y volumen del estímulo de dicho
entrenamiento.
Si los estímulos de entrenamiento
se suceden con demasiada rapidez (densidad excesiva) o si la distancia de
carrera que se ha escogido es demasiado larga (duración excesiva) O, aún, si el
número de repeticiones de un estímulo por unidad de entrenamiento es demasiado
elevado (volumen excesivo), se verá afectada la intensidad del estímulo de
entrenamiento.
El efecto específico óptimo de
dicha sesión de entrenamiento, que habría debido ser la mejora de la velocidad
máxima, redundará más bien en beneficio del desarrollo de la resistencia
general velocidad.
Para ejercer una acción
específica sobre la calidad de un entrenamiento objetivo sea un efecto
especial, tienen una importancia capital la elección y la orientación de los
componentes de la carga de entrenamiento.
Por último, para la eficacia de
un entrenamiento también tiene un papel importante la frecuencia de los
estímulos. Si se suceden con intervalos demasiado largos, desaparecen las “Trazas"
dejadas por los entrenamientos precedentes, sin que haya mejora del estado
funcional inicial del organismo, es decir, aumento de la capacidad de
rendimiento.
Tal como demuestran las
investigaciones de Meller y Mellerowicz realizadas sobre gemelos idénticos, un
entrenamiento intenso y corto repetido (una o dos veces por día) es más eficaz
que un entrenamiento efectuado con intervalos más largos, Para una suma de
trabajo igual, pero cuyo volumen por sesión sea más grande.
Capacidad de rendimiento en el curso del ciclo esfuerzo recuperación.
Tal como se evidencia en el
principio de supercompensación, después de una carga de entrenamiento se
observa una disminución del estado funcional del organismo y, por consiguiente,
un descenso de la capacidad de rendimiento (disminución del potencial
energético); luego, durante la fase de recuperación, un retorno progresivo al
nivel funcional anterior a la sesión de entrenamiento, y finalmente una mejora
del nivel funcional (aumento de la capacidad de rendimiento) más allá del nivel
inicial (supercompensación). Si a continuación no se administra ningún estímulo
de entrenamiento, se produce gradualmente una vuelta al nivel inicial anterior
a la sesión de entrenamiento (desentrenamiento).
Si los estímulos de entrenamiento
se reparten con intervalos adecuados, se constata una mejora continua de la
capacidad de rendimiento.
En el caso de que los estímulos
de entrenamiento se sitúan en la fase de recuperación incompleta, se produce un
efecto de adición muy eficaz (3), Y esto es lo que ocurre cuando los intervalos
de reposo son cortos entre estímulos de entrenamiento aislados (repeticiones).
Así pues, la recuperación es incompleta durante la pausa entre estímulos y eso
genera rápidamente una disminución importante de las reservas energéticas de
los músculos sometidos al esfuerzo. Consiguientemente, se observa un fenómeno
más marcado de supercompensación en la fase de reposo Post entrenamiento.
Ejemplo: en el entrenamiento de la fuerza muscular por repetición de series (8
× 100 kilos, pausa, 8 × 100 kilos, pausa, etc.) o en un entrenamiento por
intervalos (cinco series de 10 repeticiones).
Si se eligen intervalos más
largos, En un entrenamiento que contenga un número demasiado grande de series
durante varias unidades de entrenamiento, uno se expone al fenómeno de sobre
entrenamiento y a una disminución de la capacidad de rendimiento.
Fin.
Referencias:
1- Grössing, 1975; Letzelter, 1978.
2- Harre, 1976; Martin, 1977.
3- Matveiev, 1972.








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